En ese momento, Julia y Emilia estaban en una calle peatonal de Riobelo. Habían salido de viaje para distraerse y explorar. Durante el día visitaron un parque de diversiones, y por la noche disfrutaban de un desfile con jóvenes bailando en trajes tradicionales.
Emilia le preguntó sonriendo:
—¿Te sientes mejor ahora?
—Mucho mejor—respondió Julia, mirando la fogata y sintiéndose más tranquila.
De repente, alguien le tocó el hombro. Julia se volteó y vio que era Daniel.
—¿Señor Ruiz?—exclamó Emilia sorprendida. —¿Qué hace aquí?
—Vine a explorar proyectos turísticos y me invitaron al desfile. Qué casualidad encontrarlas—explicó Daniel con una sonrisa.
Julia preguntó:
—¿NAS también hace proyectos turísticos?
—Estamos considerando invertir—respondió él. —¿Ustedes están de vacaciones?
Julia asintió.
Daniel les preguntó si les gustaba el lugar y Emilia mencionó que planeaban ir a las nubes al día siguiente para ver un hermoso lago. Daniel ofreció acompañarlas, ya que él también iba allí. Emili