—Eres su mejor amiga, ¿cómo no lo sabrías?— Andrés se acercó paso a paso, con una mirada extremadamente fría.
Emilia sintió que Andrés daba mucho miedo en ese momento, emanando un aura siniestra que helaba la sangre.
Retrocedió dos pasos y dijo: —¡Realmente no lo sé! Julia solo me pidió que le ayudara a preparar sus cosas, ¡no me dijo adónde iba!
—¿Vas a hablar o no?— Los ojos negros de Andrés parecían inyectados en sangre, luciendo aterradores.
Emilia estaba asustada, pero se mantuvo firme y le dijo: —Deberías ocuparte primero de tu madre. Fue ella quien no dejó que Julia estuviera contigo. Si te importa Julia, resuelve el problema con tu madre y Alicia. Quizás si lo haces, Julia volverá. Sinata es donde creció, tiene un vínculo especial. Si no fuera por necesidad, ¿quién no querría vivir en su tierra natal, rodeada de amigos y familia?
¿Tierra natal?
Andrés captó esa palabra sensible.
Su mente, algo descontrolada, empezó a aclararse lentamente. Se volvió hacia Javier y preguntó: —Inv