5:58 a.m.
He llegado a la escuela, aun los salones no están abiertos y no tengo otra opción que sentarme en la cafetería donde solo estaban los de primer año. Sin levantar la cabeza siento como dos siluetas se atreven a sentarse en la mesa, en mi mesa.
Alzo la mirada esperando que se retracten y corran por sus vidas debido a mi reputación de tener contactos italianos; sin embargo, soy yo quien no sabe si correr o quedarse.
Cabello castaño perfectamente peinado y ojos muy verdes que se asemejan a los de un gato. De inmediato toda clase de recuerdo me viene a la mente. Estar cerca de Nayet Maslow me ponía... ansiosa y... secretamente feliz.
Cada día que llega me lo imagino con sonidos de trompetas en