Han pasado dos malditas semanas desde que Adalyne desapareció. Se siente como si hubiera sido ayer.
FLASHBACK
Me percaté de que el chófer no había regresado después de llevar a mi Adalyne a casa. Mandé a Valentín a buscarlo y a verificar que todo estuviera en orden. Entonces, recibí una llamada de un número desconocido. Un mal presentimiento me recorrió el cuerpo.
—¿Hola? —contesté.
—Es Valentín —dijo con voz grave—. Debes venir a la calle Principal, esquina con la avenida 3.
—¿Qué sucedió? —pregunté rápidamente.
—¡Ven ya! —dijo y cortó la llamada.
Mis alarmas internas se encendieron. No era nada bueno. Bajé las escaleras corriendo, salí al jardín, monté mi moto y aceleré hacia la dirección que me había dado Valentín. Llegué en veinte minutos. Allí estaba él, apoyado en su auto. Detrás, vi mi Jeep negro destrozado y vacío. Había sido atacado, no chocado. Bajé de la moto y me acerqué al Jeep. La puerta del conductor había sido arrancada. Sobre el asiento, el cuerpo inerte de Andrew, mi