Por la puerta entraron todos mis guardias con intenciones asesinas buscando al intruso. Jake y yo no pudimos evitar soltar un gruñido de advertencia por la presencia de hombres y mujeres viendo a nuestra pareja sin ropa. Ellos se pararon en seco al ver la situación.
— Alfa, pareja de la Alfa, lo sentimos mucho.— dijo Esteban tapándose los ojos — No esperábamos... esta situación.
— Vemos que... ya lo tenéis todo controlado.— añadió Joselyn mirando intencionadamente hacia el techo.
— Dadnos unos minutos por favor.— dije mientras iba al suelo a recoger algo de nuestra ropa. Le lancé a Jake la suya y comenzamos a vestirnos rápidamente. Elisa no se movió de la cama.
— Ya estamos. — dije para indicarles que ya podían mirarnos. Sus miradas fueron de alivio.
— Entonces, ¿quién es esta mujer? — preguntó Esteban, mirándola fijamente.
Me apresuré a contar rápidamente todo lo que sabía. Elisa no se movió y Jake la miraba con desconfianza.
— ¿De verdad confías en ésta mujer, Alfa? — preguntó Josel