Capítulo 94.
El asintió con la cabeza.
— Investigación.
Después de esa sola palabra no volvimos a hablar hasta casi los límites del bosque.
No porque yo no quisiera, sino porque ambos sabíamos que para salir de aquí sin dejar cuerpos a nuestro paso era necesario el silencio.
No le temía a otras cuantas peleas, pero como ya he dicho en incontables ocasiones: Yo no soy inmortal ni tengo una energía infinita.
No había comido ni dormido bien en días; eran solo mi jodido orgullo y ganas de fastidiar lo que me mantenían en pie.
— Hueles a vainilla. — Dijo tan suavemente que casi me lo perdí. — Es agradable.
— Emocionante, continua. — Dije regalándole una sonrisa mientras jugaba con mi cabello como una colegiala enamorada.
Cole suspiró y quitó el mechón de mis dedos con el que estaba jugando.
— Basta.
—¿Por qué? — Pregunté desconcertada.
— Me distraes. — Ignoró mi enorme sonrisa y luego miró hacia enfrente escaneando el terreno. — Entonces, querido Kyrian. — Dije mirando hacia atrás. — ¿Cuándo se dieron