Capítulo 41.
AARON MARTÍNEZ.
Aunque lo único que quiere es protegerme de mi padre, soy incapaz de comprender porqué sigue aferrándose a él como su única familia. Sé que el amor a veces te ciega tanto que no te permite ver los errores de la otra persona, pero toda madre debería querer a sus hijos más que a nadie en el mundo.
— ¿Mamá? —Pregunto con un nudo en la garganta. — ¿Prefieres qué papá impida qué volvamos a verte?
— Prefiero que deje de golpearte. —Responde entre lágrimas. — Necesito que te alejes como él te está pidiendo.
La sonrisa satisfactoria de papá desata rabia en mí. Una rabia que me obliga a empujarlo y dirigirme a mamá con el corazón completamente roto, la voz desgarrada y los ojos llenos de lágrimas.
— Eres mi madre, no puedes pedirme que te deje con un hombre que se emborracha todas las noches y te golpea cuando le place ¡Reacciona! —Suplico con su mano cogida— No quiero que la próxima vez que te vea sea en una caja.
— Entiende que tu padre necesita ayuda —Pone la mano en mi ro