PAPÁ CEO: 32. No soy un príncipe azul. No voy a salvarte
En seguida llamó a Nick y lo puso al tanto de lo que estaba ocurriendo. Odiaba tener que hacerlo, pero sabía qué era lo mejor y su cuñado se aseguraría de tomar las precauciones necesarias a la hora de proteger a su hermana y a la suya. Lo que le fastidiaba era que Calioppe tuviese que revivir el pasado y preocuparse porque Tiara seguía haciendo de las suyas, incluso desde prisión. Ahora que era madre y una esposa feliz, era lo último que quería.
— No puedo creer lo que me estás contando, Thiago. Esa mujer está enferma — le dijo Nick, todavía en línea, completamente asombrado.
— Por eso me vi en la necesidad de pedirte esto. Necesito que conviertas la hacienda en un lugar seguro para recibir a Alexia y a Gael. Por supuesto, para Calioppe y mi sobrino también, no sé qué esperar de todo esto.
— No podría ser de otra forma, es mi hermana y sobrino, no tienes ni que pedírmelo. Estarán mejor aquí por el momento. Avísame cuando estén despegando. ¿De acuerdo?
— De acuerdo — y colgó, antes