44. Visitaremos a tu hermano y a tu cuñada
Para las cuatro de la tarde, las puertas de Villa Dos Santos fueron abiertas para la gente del pueblo y demás hacendados. Todos comenzaron a llegar de a poco, y a eso de las seis, los invitados preguntaban por el anfitrión y su joven esposa.
Contenta, Francisca fue a dar aviso al patrón. Llamó a la puerta de su despacho.
— Adelante
La muchacha se asomó.
— Patrón, disculpe que lo moleste, lo que pasa es que todos preguntan por usted y por su esposa.
El brasileño asintió y cerró la pantalla de su laptop. Se había pasado la tarde entera inmerso en un asunto importante. Y es que después de lo enterado, sabía que no podía quedarse de brazos cruzados.
Necesitaba saber si esa mujer estaba detrás de todo lo que escondía su esposa.
— ¿Está Calioppe lista ya?
— Pues no lo sé, patrón. ¿Quiere que vaya a buscarla?
Él negó, incorporándose.
— Sigue con tu trabajo, yo me hago cargo.
Ella asintió con una sonrisa antes de salir. Segundos después, Nicholas se dirigió a la habitación de Caliop