Início / Romance / La inocente esposa del CEO: Te recuperaré / Capítulo 98. Qué ingenuidad la suya
Capítulo 98. Qué ingenuidad la suya

La cena transcurre en silencio.

Irene observa a Isabella con el ceño levemente fruncido. No sabe si ha hecho bien al contarle sobre el pasado de Benedict, pero no se arrepiente. Su sobrino es lo único que le queda, y si vuelve a perder a alguien importante, no está segura de que pueda resistirlo. Isabella le parece una buena mujer, una que, con algo de suerte y amor, podría salvarlo. Solo espera no haber dicho demasiado, no haberle sembrado más dudas que certezas.

Tras la cena, Irene la lleva de vuelta a la mansión Arrabal. Isabella le agradece la noche y se despide con una sonrisa apenas dibujada. Está pensativa, perturbada. Tiene la mente llena de imágenes, de emociones contradictorias.

Al llegar, se da cuenta de que Benedict no está. Ni en la entrada, ni en el salón, ni en su despacho. Las luces están apagadas y la habitación en silencio. Espera un rato, se sienta en el borde de la cama con la esperanza de escucharlo abrir la puerta, pero él no aparece. Pasa la noche en vela, miran
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App