Capítulo 84. ¿Tú quién eres?
—¿Esa voz… no es de mi prima? —susurra Alessia con una mueca de desconcierto al llegar con Benedict al último piso del edificio administrativo.
Benedict frunce el ceño. Sus pasos se detienen, su mirada se clava en las puertas cerradas del pasillo, y sus sentidos se agudizan. El ambiente está silencioso, cargado de tensión… hasta que un gemido agudo rompe la quietud, desgarrando la atmósfera como un látigo. Un sonido íntimo, húmedo, que se arrastra desde lo más profundo de una garganta femenina.
Isabella. Ambos la reconocen de inmediato.
—Por favor… —la voz de Isabella suena entrecortada, jadeante—. Un poco más… necesito más…
El corazón de Benedict se paraliza. Se queda estático, con la mandíbula tensa y los músculos endurecidos como piedra. Alessia baja la mirada justo a tiempo, fingiendo sorpresa, pero en su interior una oleada de júbilo le estalla en el pecho. Esto… esto es perfecto.
—Benedict… —su voz es apenas un susurro, fingidamente tímida, como si no supiera si debía continuar—