Capítulo 43. Bienvenida
Alessia, decidida, se acerca a él al momento que está por pasar al lado de ellas y lo saluda.
—Buenas noches. Usted debe ser Benedict Arrabal, el esposo de mi prima. —Alessia le ofrece su mano—. Yo soy Isabella Murano. Mucho gusto.
El rostro de Isabella se pone pálido ante la osadía de Alessia. Benedict por su parte, la observa sin ninguna emoción en el rostro. Él sabe a la perfección quién es ella. Es la verdadera Alessia. ¿Está pretendiendo engañarlo?
Benedict desvía la mirada hacia su esposa y nota al instante su incomodidad. Observa a ambas mujeres por un lapso corto de tiempo. Una al lado de la otra son como el agua y el aceite. Totalmente diferentes entre sí. Alessia lleva un vestido muy sensual en tono rojo, de una conocida marca; está maquillada y peinada de manera exquisita. Incluso su perfume le raspa las fosas nasales desde la distancia. Su porte es altanero, hombros rectos y barbilla levantada, mirada fija, como si nada ni nadie fuese superior a ella.
Sin embargo, Isabel