Capítulo 173. Está con los mellizos
Benedict y Bella acuerdan mantener cierta distancia hasta que ella lo decida. Él no la presionará, no habrá imposiciones ni exigencias. Solo avanzarán si ambos están de acuerdo y todo deberá hablarse con claridad antes de cualquier decisión. El compromiso es mutuo: respeto y comunicación.
Durante el trayecto hacia la casa de los Navarro, el silencio los envuelve, pero no resulta incómodo. Al contrario, parece un espacio necesario, como una tregua emocional luego de días de tensión. Benedict no deja de mirarla de reojo, busca memorizar cada expresión de su rostro. Su corazón late con fuerza, con esperanza. Solo unas semanas lo separan de la posibilidad de estar con ella, de formar una familia real.
Cuando el auto se detiene frente a la puerta de la casa, Benedict se apresura a rodear el vehículo para abrirle la puerta a Bella. Se inclina ligeramente, la ayuda a desabrochar el cinturón y, aunque desea besarla con desesperación, solo roza su frente con sus labios.
—Háblame si necesita