Al día siguiente, el trabajo comienza temprano en las instalaciones de Olivia Castellar. El ambiente está tenso, pero activo. Esteban ha contratado más seguridad para custodiar los alrededores del edificio, y la misma Olivia no se queda atrás. Ordena redoblar el control en todas las entradas y salidas del lugar. Nadie quiere arriesgarse a otro sabotaje.
Bella llega a la empresa a la hora habitual, acompañada por Megan. Ambas ya han dejado a los mellizos en la escuela, y aunque el trayecto ha sido tranquilo, Bella no logra quitarse de la cabeza la imagen del espacio destruido el día anterior. Megan tampoco habla mucho.
Al entrar a su oficina, un aroma intenso a rosas la envuelve. Se detiene en seco. En la mesita ratona, cerca del sofá, hay dos ramos enormes de rosas rojas, perfectamente dispuestos, envueltos con p