José lo mira por encima de los hombros y le sonríe a Cristina que está anonadada.
-Si joven, interrumpe —dice José dándose la vuelta.
—No, no es cierto —dice Cristina negando con la cabeza y acercándose a él.
—Dígale a su noviesita; que no escape —dice apuntando con su dedo índice.
-¡Amor! Es que necesito ir a casa de los Jackson —añade Cristina con súplicas.
—¡¿Qué, Estás loca?! Es muy peligroso y aunque las calles estén llenas de agentes; no podemos confiar, mejor llama a su casa —dice sacando su celular.
-Ya lo hice —se da por vencida.
[...]
El señor presidente llega a casa, sube deprisa a su habitación y busca las cartas que había recibido.
Las encuentra, la lee nuevamente y pronuncia en susurros "RK".
—Roko —confirma muy enojado.
—¿Qué pasa seño