—Desnúdate y acércate —dice Jared colocando la toalla en su hombro.
-¡Cochino! —Grita Sophia. —Ni creas que me vas a poner un dedo encima.
—¿Y cómo diablos te vas a bañar, cochina?
—Quitame ésta mierda de la cara y desata mis manos —dice mirando al otro lado.
—No. Yo te voy a bañar y punto. Se perfectamente que quieres ver mi rostro o huir. —dice mirándola.
—Necesito lavar mi cabello –dice muy alterada.
Luego de casi 10 minutos de discusiones, Jared decide colocarse gafas y capucha y acceder a la petición de Sophia.
—Estaré aquí a fuera, cuando termines me avisas —dice dándose la vuelta.
Sophia se empieza a bañar con desespero. Lava su cabello una y otra vez. Sus lágrimas salen cuando su cuerpo arde por los golpes. Su entrepiernas no se queda atrás. La frustración y el desespero empiezan a ahogar la.
Jared juega con la pistola sent