Capítulo 34 —Me gusta el filo
Narrador:
Cedric y Adrien, caminaban por uno de los corredores principales de la Fundación, con paso lento y sin apuro. A esa hora, el flujo de personas era menor y se podía hablar sin que nadie los interrumpiera.
Adrien llevaba las manos en los bolsillos, escaneando con mirada curiosa el entorno. Se notaba cómodo. Casi demasiado cómodo.
—Ahora que la conocí —dijo de pronto, sin mirarlo —entiendo por qué estás así.
Cédric no respondió de inmediato.
—¿Así cómo?
—Como si estuvieras colgado de un hilo invisible. La doctora Duval... —Adrien exhaló apenas, como si la imagen todavía estuviera flotando frente a él —Es una muñeca. Fría, elegante, firme... pero con una dulzura escondida que apenas se deja entrever. Es como esas piezas de porcelana que uno no debería tocar, pero quiere hacerlo igual.
Cédric se detuvo. Lo miró de reojo, serio.
—No empieces...
Adrien sonrió, sin perder la calma.
—Tranquilo. No vine a competir por tu debilidad. Solo dije que ahora la