Capítulo 118 —Si tú fueras yo, también estarías aquí.
Capítulo 118 —Si tú fueras yo, también estarías aquí.
Narrador:
La sala de operaciones estaba en completo silencio, salvo por el sonido regular del monitor cardíaco y las respiraciones contenidas del equipo médico. Cédric Lafay, con el rostro cubierto por la mascarilla, tenía la mirada fija sobre el campo quirúrgico. Sus manos, firmes pero tensas, trabajaban con precisión. La luz del quirófano reflejaba gotas de sudor en su frente, que eran retiradas por una enfermera, que no se debía al calor, sino a la presión. Sabía que esa operación era diferente. Ese niño... ese niño tenía apenas cuatro años, y su vida colgaba de un hilo. El tumor estaba localizado cerca del tronco encefálico. El más mínimo error y no habría vuelta atrás.
—Saturación bajando —anunció una enfermera.
—Mantengan la calma —dijo Cédric con voz firme.
Siguió, milímetro a milímetro, separando la masa del tejido sano. Pero entonces ocurrió.
—¡Paro cardíaco! —gritó uno de los residentes— ¡Está en paro!
—Adrenalina —ordenó