đź‘‘đź‘‘đź‘‘đź‘‘Alaric đź‘‘đź‘‘đź‘‘đź‘‘
Caminar por el bosque de noche no es tarea fácil. SerĂa mucho peor si las dos Hadas, que ahora caminan frente a mĂ, no estuvieran aquĂ con nosotros. Tan pronto como dejĂ© el claro, aparecieron a mi lado, justo despuĂ©s de que tres guardias más nos alcanzaran. Siguen adelante, guiándonos por el camino lleno de piedras y ramas caĂdas, tratando de oler el aroma de Alhana.
No sabĂa que las hadas eran capaces de tal cosa, y todavĂa ven mejor que un humano en la oscuridad, lo cual es de gran valor para nosotros en este momento.
Caminamos por lo que parecen horas hasta que uno de ellos se detiene abruptamente y cierra los ojos, aspirando aire profundo por la nariz. Primero mira a la izquierda y vuelve a olfatear, antes de volver a mirar a la otra Hada. Ambos intercambian miradas durante unos segundos y se saludan, en una conversaciĂłn silenciosa, Ăşnica y exclusiva de seres encantados, en la que no
La claridad es incĂłmoda y constante. Rayos de luz invaden la carpa a travĂ©s de los pequeños huecos entre las uniones de madera que sostienen la lona sobre nuestras cabezas. Mis ojos arden y se quejan cuando obligo a abrir mis párpados perezosos, y mi cerebro tarda unos segundos en registrar y comprender la escena frente a mĂ.En el suelo, apoyado en los tocones de los árboles, veo a Alaric, Keshua y Mota durmiendo. El lĂder del clan de las hadas está sentada entre los hombres, que tienen la cabeza apoyada sobre los hombros. Los tres se encuentran sumidos en un sueño tan pesado y profundo que ni siquiera les molesta el ruido de las actividades cotidianas en el claro, ni los suaves y constantes ronquidos que salen de la boca abierta del mayor de las Ullas. SonrĂo con la escena totalmente insĂłlita y espontánea, guardando esta imagen en mi memoria, y sintiendo la inmensa falta que hace una cámara fotográfica en esas horas.¡TenĂa muchas ganas de poder g
ㅡ No puedo dejarte sola, mi reina.Keshua repite por tercera vez. Sus ojos están duros, y tengo que respirar profundamente y contar hasta diez para no perder los estribos con su sobreprotección. Hay dos guardias mirando desde la distancia, listos para intervenir en nombre de Alaric, que está a mi lado sosteniendo todas nuestras pertenencias con una mano.El otro está envuelto alrededor de mi cintura.ㅡ Keshua, no estaré solo. ㅡ Hablo, lentamente, otra vez ㅡ Y además, Alaric está tomando su espada. Estaremos a salvo.Parece querer devolver el golpe, pero se detiene cuando ve mi mirada sesgada.ㅡ Seamos rápidos, Keshua. ㅡ dice el rey y aprieta ligeramente mi cintura ㅡ En un rato traeré a nuestra Reina a un lugar seguro.ㅡ Los guardias también se quedan. ㅡ dice, su mirada dura hacia Alaric.ㅡ Claro. ㅡ está de acuerdo ㅡ Y estoy agradecido si alguien de tu clan se queda
đź‘‘đź‘‘ Vanora đź‘‘đź‘‘Vivir sin mi hermana ha sido una autĂ©ntica pesadilla. Es como si me faltara una parte de mi cuerpo, una parte esencial que me hizo sentir viva.ă…ˇ ÂżCrees que ella todavĂa está viva?Zephan me mira sorprendido, frunciendo el ceño. HabĂa pasado un tiempo desde que me sorprendĂ pensando en la posibilidad de que mi hermana estuviera muerta.ă…ˇ ÂżEstás pensando en eso de nuevo, Van? ă…ˇ su voz es suave y se sienta a mi lado ă…ˇ ÂżDe quĂ© hablamos la Ăşltima vez?Pongo
Caminamos de la mano y en silencio de regreso al campamento. De vez en cuando nos miramos y sonreĂmos, pero no sentimos la necesidad de decir nada.No mas.No me siento asĂ con Alaric, siempre con la necesidad de sacar temas al azar solo para evitar que nos quedemos en silencio. Hablamos mirando, tocando, y eso es algo bueno. Nuestro silencio es muy bueno.No dije "sĂ" a su propuesta de matrimonio, pero tampoco dije "no".Alaric pareciĂł aceptar mi respuesta de buena gana, aunque vi en sus ojos que volverĂa a intentarlo.
Llega el crepĂşsculo mientras los guardias están en formaciĂłn. El campamento fue completamente desmantelado, con carpas y vigas alojadas en varios carros. Las hadas pasaron todo el dĂa recogiendo frutas, mientras que algunos magos hornearon pan para nuestra comida durante el viaje de tres dĂas. Barriles llenos de agua, verduras en cajas, todo lo que podemos llevar nos están quitando.Nuestro camino tendrá una formaciĂłn que no se puede romper en ningĂşn momento, pase lo que pase.Alaric y yo iremos al frente, junto con Farall, Sean, Mota y Keshua. El lĂder de las hadas tenĂa muchas objeciones a los guardias, pero tenĂa que entender que Alaric no dejarĂa de tener a Farall a su lado, y Sean, que prácticamente habĂa desaparecido desde que llegamos aquĂ porque era voluntario en la enfermerĂa, se asegurĂł de quĂ©date cerca de mĂ en este punto de inflexiĂłn en nuestras vidas.Detrás de nuestro grupo irá toda la Gente Encantada. Ullas y Fadas ca
Instalamos el campamento a solo unos metros del pantano, ya que será más fácil cuando regresemos a casa.Nuestra casa.Hace unos meses no imaginaba que pudiera existir un mundo así, y hoy me siento como en casa. Hoy sé que este es mi lugar, y tener esa certeza en mi corazón solo me ha traído tranquilidad.La mayoría de las personas ya están dentro de sus carpas y durmiendo. La noche llegó fría, con una ligera llovizna, pero algunos todavía estamos alrededor del fuego. Mota realizó un hechizo de fuego secreto, donde las llamas no se apagan con la lluvia y no exhalan humo. Un grupo de Ullas lanzó el hechizo protector a nuestro alrededor, y las Hadas pidieron protección de los árboles que nos rodeaban. Por lo tanto, tenemos una barrera efectiva para que tengamos tiempo de luchar contra cualquier ataque sorpresa de
Cuando me estoy preparando para acostarme, siento que alguien entra en mi tienda. Rápidamente me doy la vuelta, con la mano en el aire, lista para lanzar una bola de fuego al intruso, pero encuentro a Farall mirándome, sobresaltado, con ambas manos extendidas frente a su cuerpo, en señal de paz.ă…ˇ ¿Quieres matarme desde el corazón, Daric? ă…ˇ Respiro hondo, bajando la mano.ă…ˇ Lo siento, Alhana, no era mi intención. ă…ˇ sonríe, avergonzado ă…ˇ Seré más cuidadoso la próxima vez.ă…ˇ Te lo agradezco. ă…ˇ suelta una carcajada feliz ă…ˇ ¿En qué te puedo ayudar?ă…ˇ Quiero saber qué harás cuando encuentres a tu padre. ă…ˇ susurra la última parte, mirando a la entrada de la carpa ă…ˇ Me dolió, pero recuerdo perfectamente lo que dijo Manach ese día, y ahora toda la situación ha cambiado, ya que tendr&a
Los primeros rayos de sol estaban rompiendo en el horizonte cuando abrĂ los ojos y me di cuenta de que estaba en los brazos de Alaric. Pasamos la noche juntos en mi tienda y debĂ quedarme dormido mientras hablábamos de nuestras vidas. Es tan increĂble pensar que en tan poco tiempo ya estamos haciendo planes para nuestro futuro juntos en Alroy. Es una locura porque, hace apenas unos meses, no podĂa imaginarme enamorada de un hombre tan diferente a mĂ.Alaric saca lo mejor de mĂ y no puedo imaginarme viviendo en un mundo en el que ya no exista. Y no hablo solo por nuestra conexiĂłn, es mucho más profundo que eso... es surrealista cĂłmo me completa en todos los sentidos de mi vida. Es surrealista cĂłmo miro hacia atrás y me pregunto cĂłmo pude vivir tanto tiempo sin alguien como Ă©l a mi lado.La tenue luz que entra por la rendija de la puerta de la tienda ilumina su piel morena y, en algunos lugares, magullada. Con pequeñas costras de sangre sec