Los bomberos llegan justo a tiempo para sacar a Miguel del coche, pero se esfuerzan al hacerlo con cuidado porque ven que tiene la pierna fracturada. El coche comienza a prenderse fuego, pero los otros bomberos logran apagarlo.
Después, con mucha dificultad, logran liberar a Miguel del interior del coche. Enseguida llegan los paramédicos con una camilla para llevarlo de inmediato al hospital más cercano.
Victoria sube con ellos en la ambulancia. Su rostro está aterrado y lleno de lágrimas; nunca antes se había visto en esta situación y menos aún llorando por alguien. Desde que murieron sus padres y su hermano en un fatal accidente, no ha llorado por nadie y esa es una de las razones por las que tiene el corazón duro.
Solo tenía 10 años cuando ocurrió aquella tragedia. Desde aquel día, el doctor Néstor se hizo cargo de su custodia.
En el interior de la ambulancia, uno de los paramédicos tiene el semblante preocupado por la gran cantidad de sangre que Miguel Ángel ha perdido; si no lleg