—Está bien, okey —dijo Sylvia y se levantó con Odell. Todavía, momentos antes de que salieran de la habitación, de repente sintió ganas de orinar. Dijo con un poco de vergüenza—: Necesito ir al baño.
Odell sonrió y soltó su mano.
—Ve, te estaré esperando aquí.
Muy rápidamente se dirigió al baño.
Después de salir del baño, escuchó el final de lo que Peter le decía algo a Odell:
—... De camino al hotel, debería llegar en unos diez minutos.
Odell.
—No pasa nada, está bien.
Tomó la mano de Sylvia cuando la vio.
—Vamos. John está a punto de llegar al hotel. Iremos a encontrarnos con él primero, luego puedes explorar la ciudad después de eso.
Sylvia obedeció.
—Está bien.
Su conductor los llevó al hotel después de eso.
Después de salir del coche, caminaron hacia el vestíbulo. Fue entonces cuando Sylvia mencionó de repente:
—Odell, ¿por qué no te adelantas? Yo caminaré y veré la ciudad.
Odell la miró y Sylvia le dirigió una sonrisa inocente.
Se volvió hacia