Con eso, entraron en la fase de discusiones abiertas.
Muchos maestros se levantaron de sus asientos y se dividieron en grupos de tres a cinco.
Varios maestros fueron directamente hacia Sylvia.
No hace falta decir que Thomas era el más popular por un amplio margen. Muchas maestras jóvenes se reunieron a su alrededor después de que el anfitrión trazara el itinerario.
Una de las maestras le preguntó con curiosidad: “Señor Carter, escuché que usted enseña piano. ¿Qué suele enseñar?”.
Thomas respondió en un tono neutral: “Piano”.
Hubo un silencio incómodo.
Sylvia estaba sentada cerca y escuchó la respuesta cortante de Thomas, así que miró en su dirección.
Las maestras alrededor de él se quedaron sin palabras, pero se negaron a darse por vencidas y le preguntaron de nuevo: “¿Solo les enseñas piano durante la clase? ¿Hay alguna otra cosa que les enseñes?”.
A esto, Thomas gruñó una extraña respuesta: “Mmm”.
Las maestras se quedaron atónitas.
Sylvia le lanzó otr