Caprice se encontró lidiando con un torbellino de emociones mientras cuestionaba las acciones aparentemente íntimas de Liam durante su dueto de piano. La persistente incertidumbre sobre cómo percibía él su interacción y el impacto potencial en su relación con Heather la dejó incómoda.
Mientras la última nota de la pieza para piano resonaba en la habitación, el corazón de Caprice seguía latiendo con fuerza. La habitación cayó en un silencio inquietante, que contrastaba marcadamente con la sinfonía de emociones que reverberaban en su interior.
Liam, sentado junto a la ventana con un libro en la mano, observó a Caprice mientras se perdía en la música. Sus dedos bailaron con gracia sobre las teclas del piano y parecía intoxicada por la melodía, con una sonrisa de satisfacción adornando sus labios. No pudo evitar sonreír en respuesta a su evidente disfrute.
Mientras tanto, Isabel y Flint, ubicados en las escaleras de caracol conectadas a la sala de estar, observaron la escena desde