Lisa se rio entre dientes y sugirió:
—Quizás quieras comprobar si mamá todavía está dispuesta a brindar.
La expresión de Ada palideció.
Ron, expresando su descontento, refunfuñó:
—¿No es una falta de respeto que Ada se vaya sin despedirse de mamá?
Respondiendo con una sonrisa forzada, Lisa respondió:
—¿Por qué no le preguntas a tu querida sobrina si derramó intencionalmente el vino sobre Sherry? No estaríamos en esta situación si no fuera por eso.
Ron, luchando por una respuesta adecuada, tartamudeó:
—Ada... Ada no lo hizo a propósito.
Lisa replicó bruscamente:
—Estoy segura de que sí. No soy ingenua. Ron se quedó sin palabras.
Ya sin interesarse en la discusión, Lisa se levantó e informó a la señora Sager:
—Mamá, me voy. Tengo algunos asuntos que atender.
Madame Sager la ignoró, pero Lisa, acostumbrada a su indiferencia, no le prestó atención. Ella se alejó sin dudarlo.
...
Al salir del salón de banquetes, Carl sacó un pañuelo de su bolsillo e inten