Suspiro profundo mientras mi mente comienza a justificar cada mirada y palabra de Day, aumentando las ganas de golpearme por empeorar algo que apenas estaba comenzando a arreglarse.
— Sin duda, mi vida no puede ser peor. — digo y Sashel suspira profundo.
— En pocas palabras, has golpeado al hombre que considera su hermano y quien según investigaron, tenía al menos ocho años sin ver. — dice Sashel.
— Ahora comprendo porque está tan enojada.
— Borraré la pantalla duplicada.
— Sabia decisión.
De inmediato, tomo el teléfono donde está la pantalla compartida del teléfono de mi esposa y me congelo al ver el mensaje que ella dejó para que yo lo viera apenas intentara acceder a su teléfono.
— Sashel, ¿Qué crees que pasará si ella ya sabe que estuve metiéndome en la privacidad de su teléfono.
— Se divorciarán. Como ella lo dijo, es un abuso que invadas algo personal sin su consentimiento. — dice Sashel y yo abro el documento que me dice que Sashel no se equivoca.
— Ya lo sabe. — digo