Me quedo en silencio, después de todo, de nada vale preocuparse por algo que aún no sé si va a hacer. Por lo que, me quedo en silencio viendo por la ventana, porque seguir comprando es innecesario.
Como lo dijo, llegamos a un edificio y somos llevados hasta la azotea donde hay un helipuerto con un helicóptero esperándonos. Preocupada, miro a Ryan deseando que no salga con alguna novedad, pero, él se ve tan tranquilo que no sé qué va a hacer o decir.— Vamos a subir al helicóptero, esposa— ¿Dónde está el piloto?— ¿No te gustaría que fuera yo? —pregunta Ryan sonriente y de inmediato, me quedo en mi lugar.Ryan comienza a reírse, como si mi reacción fuera graciosa. Pero, ni siquiera al verlo burlándose me muevo. No confío en este hombre, por lo que, no voy a subirme a un helicóptero piloteado por é