Sentir su cuerpo cerca del mío me excitaba. Intenté despertarlo pero no funcionó.
-Keller, Keller. Adam
-...
-Levántate.
¿Amor?
-¿Qué pasa bonita?
-¡Eres increíble! ¡Estabas despierto!
-¡Ja ja ja! Se te oye muy bien decirme amor.
-¡Idiota!
Me levanté de la cama ofendida, fui directo al armario a buscar mi ropa para bañarme y entonces me di cuenta de algo, anoche había dormido con mi ropa interior de encaje y Adam me estaba mirando.
-¡Dios Emma!
-¿Qué pa..?
¡Maldición, date la vuelta Keller!
-¡Qué! ¡Claro que no!
Intenté correr al baño pero Keller fue más rápido, me atrapó con un abrazo y... De nuevo su amigo estaba duro.
-¡¿Es en serio, Keller?!
-Ja ja ja. Lo siento Emma. Esto es tu culpa.
-¿Mi culpa?
-Si, tu culpa por ser tan sexy.
-¡Basta! No seas un idiota.
De pronto comenzó a acercarse más y más hasta que no pude evitarlo, el delicioso aroma a menta que emanaba, su rostro apuesto, sus labios carnosos, lo besé, lo besé de nuevo.
Enredamos nuestras lenguas sin contene