-¡Espera!
-Ja ja ja. ¿Qué pasa cariño? ¿Quieres un aventón?
-No. Quiero que me lleves a un lugar. No será gratis, te pagaré.
-¿Y cuánto si se puede saber?
-¡10 mil dólares!
-¡¿Qué?! ¡Estás bromeando!
-¡No, no lo estoy! ¡Date prisa y acepta o le pagaré a alguien más!
-¡Está bien! Bueno, te dije que me suplicarías. ¿No?
-¡Te estoy contratando no suplicando! ¿Dónde está tu auto?
De alguna manera tenía razón y tuve que rogarle, la mujer me dirigió hasta su convertible, las acompañantes ganaban bien, yo mismo contribuiría a aumentar sus ingresos. En fin. Le pedí que me llevara al cementerio, ahí se encontraba él, Alex Keller, al llegar le hice una transferencia bancaria y bajé de su auto, no le di tiempo a preguntar o decir nada, tampoco me despedí, sólo le di las gracias.
-Gracias por traerme.
-De nada, cuídate y buena suerte, guapo.
Caminé directamente hasta encontrar su tumba y me tiré en el pasto, deseaba ver a Emma, si, pero no iba a despertarla, conociendo a mi gordita enfurecería y