- ¡Sam! ¿ cómo te sientes?- se sentó a revisarle Daniel-
- El bebé está bien, si es lo que quieres saber.- no le permitió que le tocara.
- Sam...- le dirigía una mirada llena de reproche, no era intencional, lo sabía bien, ella jamás le reclamaba por nada, salvo dentro de la compañía.
- Me bajó la presión de forma brusca, pero no tiene ninguna relación contigo o con Lisbeth, así que te pido que quites esa expresión culpable de tu cara.- le exigió envolviéndose en la bata que tenía a sus pies.-
- No me preocupa sólo el bebé, tú eres importante...- la vio sentarse al borde de la cama y coger unas pantuflas.
- Claro...- ya no le tenía paciencia, más que con él, estaba enojada con ella misma, obviamente si