Para ser el jefe de la mafia he tenido que pasar por muchos momentos dolorosos, he sido envenenado, golpeado y secuestrado tantas veces que a donde voy siempre busco rutas de escape y armas que pueda usar para defenderme en un combate cuerpo a cuerpo.
Sin embargo, ninguna de esas pruebas es tan terribles como lo ha sido para mí que mi mujer haya pasado por tanto mientras yo apenas notaba que algo malo estaba pasando donde ella se encontraba.Por eso, me atrevo a decir que esta es la prueba más difícil que un hombre que ama a su mujer puede experimentar.— Es mi culpa.— Ya eso lo has dicho, Arnold. — dice ella con frialdad.— Debí actuar mejor. Tomé malas decisiones y por eso, terminamos así.— Eso también lo dijiste ya.— ¿Qué es lo que quieres, Eva? Dime lo que deseas y te aseguro que voy a concedértelo. Eva respira profundamente y