145. Dándome fuerzas
Martha
Tenía al menos dos días en esta nueva casa y me sentía incómoda, aquí no había recuerdos de Gio y eso me entristece enormemente, sin embargo, tomé valor y me terminé de mudar.
Necesito intentarlo, comprobé que la ciudad tenía todo empapelada con la cara de Georgino y Filippo y era lo más importante para mí, que si le veían por allí nos ayudarán a decirles que está escapando de un fantasma, tenía que saber que podía volver a mí, esa tarde me encontraba extrañamente inquieta cuando mi celular sonó, eran un número local y eso me extraño.
—Buenas ¿quién habla? —Mire, extrañada el aparato un momento.
—Stiamo parlando dell'ospedale San Miguel, sei Monique Castelló? —Preguntan del otro lado de la línea.
*Estamos hablando del hospital San Miguel, ¿es usted Mónica Castello?
—Sì, sono io che parlo, e tu cosa vuoi? — Indague, pensé en la Nonna, pero me hubiera llamado Manuel.
*Si, soy yo
—Sono l'infermiera responsabile della salute di Gio Santori e Filippo Mancini— me informan ma de maner