Rufus podía comportarse como un perro indisciplinado simplemente porque era los suficientemente inteligente para hacerlo. Entendía la repercusión de sus actos y los hacía a conciencia. Pero a pesar de que a veces el entrenamiento recibido parecía por gusto él había resaltado sobre todo en una de las tantas tareas a realizar.
Y esa era la búsqueda de objetos.
Su nariz era bastante potente, por lo que encontrar lo que buscaba a partir de un rastro no era nada complicado para él. Y eso lo sabía Scarlet. Por eso la orden de Busca era prioritaria para hacerle entrar en modo buscador. Y así Rufus comenzó a olfatear en el ambiente.
Pronto se encontró corriendo en dirección a las cuatro personas que estaban en el portal y olió la mano de Sally para sentarse al lado de ella. Scarlet lo siguió pero no se detuvo ahí.
-Rufus, sigue buscando- le dijo.