Céline está de pies frente al bosque pensando en si entrar o no allí, le da pánico lo que pueda descubrir, pero aun así quiere hacerlo, la curiosidad por saber si lo de anoche fue cierto la está consumiendo poco a poco.
—¿Qué miras? — Ella da un brinco y grito a la vez que su madre llega a su lado. Pasa su mano derecha por su frente y le tiembla, a su madre Aimee le resulta complicado ver la condición en la que su hija despertó y en la que ha pasado el día, la siente distraída, sumergida en los pensamientos, tanto que lleva más de una hora parada frente al bosque.
—Nada, quería entrar un rato a caminar, estoy algo tensa — libera aire por su boca.
—Me estas preocupando Céline, desde que despertaste estás muy extraña, en el desayuno estábamos conversando contigo y no nos decías nada ¿Qué pa