-Ay si hijo, esto me mantiene despierta y hoy trabajaré, además, los ronquidos de tu paaaaadre…-
-No le digas eso, ya luego tomarás café tú.- Jala su mejilla suavemente, al mismo tiempo que sigue comiendo ella pero sostiene el teléfono para que su esposo saludé a su mamá mientras se ríe por lo que dice del señor Luis.
-Hijo, los llamamos en unos días. Nosotros vamos a trabajar ¿está bien?- Se va despidiendo Mercedes de los muchachos.
-Descansen mucho, no trabajen demasiado.- Se despide ella también y lo hace con su otra mano libre. -Dile hasta luego a los abuelos, cielo.-
-Hasta luego, abuelos! Vamos a seguir conociendo Portugal.- Se ríe mientras se despide con sus 2 manos, al mismo tiempo que sonríe feliz.
-Amor, se me puso el corazón pequeño.- Jesús se detiene y casi llora en el restaurante.