Kathryn vio al macho acercarse colocándose detrás de ella.
Desde que estaba ahí, todos los días pedía distintos tipos de té con la mentira de que necesitaba calmar su ansiedad y afortunadamente siempre le daban lo que quería sin saber que ella estaba mezclando los ingredientes exactamente para obtener lo que quería.
Despertar a su loba interior incluso aunque aún le faltaran años para que pudiera transformarse.
Quería ser fuerte para poder escapar de aquel lugar.
Antes había escuchado a su padre decir que su hermana Asling había hecho lo mismo para activar su poder de loba y aunque entendía los riesgos, también sabía que si no lo hacía, probablemente nadie la sacaría de ese lugar.
—Vamos Kat. Toda tu vida has estado encerrada, no va a volver a pasar. No puedes permitirlo.
Ella respiró profundamente antes de dejar salir el aire de sus pulmones.
Tomó el último té de golpe y dejó la taza a un lado sentándose frente al espejo para cepillar su cabello rubio.
Tenía que actuar como si nada