Ava.
- “¿Cómo es que lo haces tan fácil, Irina? Siento que el mundo se me cae encima, estoy más acostumbrada a recibir órdenes, que a darlas.”- me quejé amargamente mientras entraba en el despacho que estaba reservado para la Luna, que se encontraba junto al mío, en la casa de la manada.
Hacía ya