Después, el mesero volteó a verme y automáticamente, volvió a rebotar sus ojos en Alejandro. Yo lo pillé, se estaban explicando por medio de la mirada qué hacía yo con él esa noche; al parecer Alejandro siempre salía con su novia y era muy inusual que estuviera con alguien diferente.
—Aquí mi amiga presente, nunca ha probado una michelada —explicó Alejandro con una amplia sonrisa—. Así que esta noche va a probar todas las mezclas: la dejo en tus manos.
¿Probar todas las mezclas?, ¿de qué estaba hablando?
—¿Con alcohol o sin alcohol? —inquirió el muchacho.
—¡Ombe! Con alcohol, ¿crees que la pondré a tomar gaseosa toda la noche?
Los dos chicos soltaron una carcajada y… yo ya estaba pidiendo irme de aquel lugar. ¿Qué hacía allí? Debería e