120. Abran paso
120
Zaira
El dolor irradiaba desde mi tobillo, punzante y persistente. La caída de la chica atrajo la atención de varias personas, que se acercaron apresuradas a las escaleras.
—¿Qué pasó? —preguntaron, con el miedo reflejado en sus rostros.
Algunos me lanzaban miradas mordaces, como si yo tuviera la culpa, mientras otros solo se preocupaban por la chica desmayada en el suelo.
—¡Abran paso, soy doctora! —La voz de Selena resonó con autoridad, y algo dentro de mí se estremeció de alivio.
Se arrodilló junto a la joven y comenzó a revisarla con manos firmes pero cuidadosas.
Tras unos segundos que se sintieron eternos, respiró hondo, aliviada.
—Está desmayada, pero su pulso es estable. Debemos llevarla al hospital.
Su tono era tranquilo, casi reconfortante, pero cuando levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los míos, sentí una punzada de inquietud.
El murmullo comenzó como un susurro apenas perceptible, pero pronto se convirtió en un murmullo más fuerte, cargado de insin