-Matilde, te tengo que pedir un favor.
-Lo que usted mande, señorita Ida. ¿Le plancho un vestido? ¿O quiere que la peine?
-No es eso, Matilde. Te lo tengo que pedir más como amiga que como patrona.
Tomando de la mano a Matilde, Ida le indicó que se sentara a su lado en la cama. Luego, acercando su cabeza al oído de Matilde le dijo en tono confidencial:
- Hoy quiero salir con un muchacho…
-Me alegra oírlo, señorita Ida…pero en qué la puedo ayudar yo.
-Me tenés que acompañar…
-¿Yo?
- Es que… ¿Sabés con quién me quiero encontrar?... ¡Con Sandrelli!
-¿Por el profesor Sandrelli? ¿El director del Centro Socialista?
-Sí, así que no lo pueden saber papá y mamá. Imaginate el escándalo que harían si se enteraran que salgo con