Capítulo 34: Lo engañé

Ariane

Lo miro, tiene los ojos cerrados, recuperándose del placer. Qué hermoso se ve así, parece un adolescente que acaba de tener su primer orgasmo. Se ve tan inocente, tan joven, tan realizado, estoy orgullosa de mí, porque esa expresión que tiene es gracias a mí, me felicito.

Auracio

Maldita sea, esta mujer tendrá mi piel, es tan perfecta, tan talentosa en todo lo que emprende, con su carácter, está hecha para mí, es mi alma gemela, lo sé, lo siento, estoy rodeado de todas estas personas, pero es como si estuviéramos solos en el mundo, sé que en este momento, tengo esa sonrisa estúpida en los labios como si acabara de ganar la lotería. Ella me colma de alegría, de emociones que no sabría nombrar, todo lo que sé es que es mía, y lo será para siempre, sin importar lo que haga para lograrlo, es mía y lo seguirá siendo, incluso a pesar de ella. Sé que es un gran desafío el que me espera, sé que voy a sufrir, pero no tengo otra opción que hacer que se quede conmigo como mi esposa y la madre de mis hijos. Tengo un cierto temor, porque ya he comenzado a engañarla haciéndole creer que está bajo anticonceptivos cuando no es así. Cuando el doctor llegó para examinarla y darle un anticonceptivo, le pedí que la convenciera para que fuera una inyección, para que le inyectara solo una vitamina en su lugar y eso fue lo que pasó. Cruzo los dedos para que esté embarazada muy pronto, para que pueda convencerla de que se case conmigo. Sé que en ese caso no se negará, dada su propia historia, me estará agradecida por aceptar hacer que ese niño sea legítimo. Estoy ansioso por que me dé la noticia, haré como si estuviera sorprendido. Jaja, qué buena broma. Esta hermosa dama será pronto mi esposa.

- Bebé, ¿estás bien?

Abro los ojos para contemplarla, me encanta que me llame así, me siento amado, mimado, cosa que nunca tuve en mi infancia y cuando crecí no dejé que nadie me llamara así. Pero cuando escucho eso en su boca, estoy en el paraíso.

- Sí, mi ángel, estoy bien gracias a ti.

Gracias, querida.

- ¿Por qué le agradeces?

- Philippe, no son tus asuntos.

- Entiendo, desde que esta mujer está en tu vida, ya no contamos para ti, solo tienes ojos para ella.

Ariane interviene:

- No seas celoso, mi bebé, también me ocuparé de ti.

- ¿Qué?

Philippe y yo gritamos al mismo tiempo.

- No te ocupas de nadie más que de mí.

- Y no necesito tu atención.

- Entiendo, Philippe, ¿por qué no me amas? ¿Nunca te he hecho nada? Desde mi primer día aquí, siento que no me amas.

- Tienes toda la razón, no te amo, no sé por qué pero te encuentro demasiado perfecta para él, no necesitará más de nosotros cuando ustedes se...

Le impido continuar, sabiendo ya lo que quiere decir.

- Detente con tus tonterías, Philippe, ustedes son mis hermanos y siempre estaremos juntos con y sin Ariane.

- ¿Ya quieres deshacerte de mí?

- Claro que no, mi ángel, nunca podría deshacerme de ti, incluso si quisiera.

- Marianne, ¿cuáles son tus planes, ahora que estás con nosotros? Me gustaría saber si puedo ayudarte a crear un negocio o a establecerte por tu cuenta.

- Francamente, no tengo planes a corto plazo, quiero disfrutar del momento presente, además Ariane me hizo una transferencia de 50,000,000, así que en este momento mis millones comienzan a multiplicarse gracias a las inversiones lucrativas que ha hecho mi hermana, así que no tengo ganas de trabajar, porque nunca he querido hacer nada, solo quiero quedarme en casa y ocuparme de cuidar a todos.

Ella dice esto mirando a Marco. Nota que estos dos deben tener una historia. Marco es muy reservado en cuanto a sus relaciones, espero que haya encontrado a la persona adecuada como yo. Ya veo nuestra vida en un año, Ariane embarazada haciendo más caprichos de lo habitual debido a su embarazo y Marianne supervisando todo lo que hay que hacer en esta mansión con su prometido Marco. Es un hermoso cuadro, haré todo lo posible para que eso suceda.

- Ariane, ¿por qué no me propusiste también hacer crecer mis activos?

- ¡Pero pensé que no lo necesitabas! Eres multimillonario.

- No es una razón para no ganar más dinero. También quiero confiarte algunos millones para que los inviertas.

- Yo también, dice Philippe.

- Yo también, Marco y Fernando hablan al mismo tiempo.

- ¿No tienen vergüenza? Con todo ese dinero que tienen, ¿no les es suficiente? ¿Quieren más? ¡Pueden ser codiciosos! ¿Saben que la codicia es un defecto horrible?

- Sí, querida, lo sabemos. ¡No podemos dejar que te hagas más rica que nosotros! Por mi parte, te daré el 30% de mis beneficios.

- No, quiero el 45% de los beneficios.

- Bueno, te doy el 35%.

- Quiero el 40% o nada.

- Bueno, te ofrezco el 37%, ya es mucho.

Pero, ¿y si pierdes ese dinero? ¿Qué harás?

- No tengo intención de perder ese dinero, no invierto mi dinero en cualquier lugar. Les diré que cada 20 de diciembre, haré la transferencia de sus beneficios, si aceptan mis condiciones.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP