Capítulo 28: Soy millonaria

Ariane

¿Puedo saber qué estás buscando?

- ¿Qué crees? Estoy buscando algo para vestirme. Tu querido te compró muchas prendas muy lujosas, así que voy a aprovecharme como es debido.

- Qué puedes ser molesta, yo que pensaba que era porque te hacía falta. Y yo que estaba tan contenta de tener una noche de pijamas contigo.

- Dios mío, Ariane, deja de dramatizar, tu comedia para hacerme sentir culpable no funciona conmigo.

- ¿Quién te dice que estoy actuando?

Dios todopoderoso, mi única hermana en este mundo, no me ignores por unos cuantos trajes, ¿qué he hecho yo, por el buen Dios, para tener una hermana así?

Sálvame, ayúdame, Dios mío, ya no reconozco a mi hermana, ha sido pervertida por los bienes materiales.

- Te juro que si sigues con este drama, ya no te diré lo que pasó entre el guapo Marco y yo.

- Henn, sabes que solo te estaba bromeando, eres mi favorita, lo sabes.

- Excepto que no tienes otras hermanas, soy la única.

- Bueno, de acuerdo, mi única y querida hermana pequeña, cuéntame qué pasó.

- Quiero un gran beso primero.

- No tendrás el beso a menos que la información sea jugosa, así que suéltalo.

- Muy bien, eres dura en los negocios, mira, cuando estabas en el calabozo, cada mañana él venía a buscarme para desayunar juntos, se muestra muy atento, anticipa mis deseos, y luego después del desayuno, salimos al jardín para un pequeño paseo, cuando tiene tiempo.

- Sabes muy bien lo que me interesa en esta historia, vamos, dime que se besaron.

- Sabes que no me gusta cuando me interrumpes, hum.

- De acuerdo, ya no te interrumpiré.

¿Se besaron?

- Sí.

- Oh la traviesa, cuenta el resto.

- Pero no hay más, solo nos besamos.

- ¿Besa bien?

- Oh la la, él sabe lo que hace. Me da calores solo de pensarlo. Ahora cuéntame cómo te fue a ti, ¿fue delicado?

- Querida, es un dios, en la cama, fue realmente paciente, atento. Pero después de la primera, se volvió una bestia salvaje. Nunca imaginé que pudiera ser tan perfecto, magnífico, cautivador.

- Oh la, estás enganchada, querida.

- No tanto, solo aprecio el momento, sabes que tengo un objetivo, vengarme de aquellos que maltrataron a mi madre, y con el dinero que tengo en mi cuenta, después de nuestros meses aquí, nos iremos a ajustar cuentas.

- Eh, ¿quién te dice que quiero irme de aquí?

- Maldita sea, hermana, ¿no me digas que me abandonas por un pene?

- Por supuesto que no, pero ten en cuenta que si esto es realmente serio entre Marco y yo, siempre te acompañaré, pero siempre regresaré a estar cerca de él.

- No hay problema, mientras me acompañes, está bien. Mira en tu teléfono, acabo de enviarte la cuarta parte de lo que gané, es decir, 50,000,000 de dólares.

- ¿Qué? Pero estás loca, te lo juro, ¿todo ese dinero? ¿Él no te dio todo ese dinero solo para acostarse contigo?

- No, me lo dio para estar conmigo durante cinco meses.

- Está loco, ¿todo ese dinero? M****a, debe ser muy rico.

Me he vuelto millonaria.

- Siempre has sido millonaria.

- Los millones de mis padres son de mis padres, pero esto es para mí.

No, no, no puedo aceptar, es demasiado.

- Muy bien, entonces transfórmalo.

- Eres una malvada, hermana, ¿no puedes insistir en que lo guarde?

- Por supuesto que no, porque sé que es lo que quieres, te conozco demasiado bien. Entonces, ¿me transfieres ese dinero?

- Nunca en la vida, ¿qué crees? Ahora me siento más libre con este dinero, ahora puedo dejar de contestar las llamadas de mis padres, que se vayan al diablo.

Puedo hacer lo que quiera ahora, es decir, dejar los estudios, sabes que nunca me ha gustado estudiar, pero era la única condición para poder recibir dinero.

Se acabaron los estudios para mí.

- ¿Estás segura de ti misma?

- Por supuesto, con este dinero y tus conocimientos en trading, nos vamos a volver millonarios en unos meses.

- Sabes que no había pensado en eso. Es una muy buena idea, ahora voy a pedir una computadora para configurarla y hacerla inviolable, luego realizaré nuestras operaciones distintas en ella. Bien, me visto y bajamos.

- Ahora, con todo este dinero que me has dado, puedes tener el título de hermana mayor.

- Sé que siempre he tenido ese título, no voy a esperar tu aprobación.

Ven, voy a ir a molestar a los demás, sabes que no estoy tranquila hasta que no tengo a alguien a quien fastidiar.

- Lo sé, por eso siempre estoy de tu lado para no recibir tu furia.

- ¿Puedes dejar de pintarme como el diablo? Nunca te he hecho nada malo.

- Sí, es verdad, pero cuando te veo con los demás, prefiero no estar en su lugar...

Bajamos al primer piso y nos encontramos de frente con la momia viviente, ¿qué hace ella aquí? ¿No le dije a Auracio que no quería ver más a sus prostitutas en mi casa?

La detengo y le pregunto:

- ¿Qué haces aquí?

- ¿Y qué te importa? ¿Quién eres tú para hacerme esa pregunta?

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