Lisa
- Dile que no quiero visitas.
- Muy bien, le transmito el mensaje.
Ella se va a la oficina y yo me vuelvo a acostar. Unos minutos más tarde, su hermana abre la puerta con una bandeja de comida.
- Hola, enferma, un pequeño ratón me dijo que no te sientes bien. Así que te traje algo de comer. Espero que te lo comas todo.
Deja la bandeja frente a mí. Cuando el olor llega a mis fosas nasales, corro hacia el baño.
¿Qué me está pasando? No me siento bien en absoluto.
- ¿Qué te pasa? Miranda me dijo que te gusta este plato.
- No sé qué tengo esta mañana, desde que me desperté no estoy en mi mejor forma.
- ¿No estarás embarazada por casualidad?
- ¿Embarazada?
Me siento en la cama, ¿podría estar embarazada? Pero estoy en problemas. ¡Si estoy embarazada! ¡Ni siquiera sabría quién es el padre! No, no puede ser. No puedo estar embarazada.
- Siéntate, veo que no te sientes bien. Voy a buscarte algo más que no te haga vomitar. No te preocupes, todo va a salir bien.
- ¡Si supieras!
- Regreso.
E