Ariane
Todo el día, he estado en mi oficina. Mis hijos han llegado bien. Pude verlos y hablar con ellos. Están felices de estar allí.
El día llega a su fin. Mi puerta se abre, Marco entra con un paquete.
- El paquete ha sido entregado.
- Ábrelo.
Él lo abre y veo jeringas ya llenas, están en una nevera con hielo. Tenemos más de cien jeringas llenas de antídoto.
El médico entra y tomamos la hoja que acompaña a las jeringas. Leemos, luego el médico nos da nuestra primera dosis.
Durante dos horas, nuestros hombres pasan para tomar sus dosis.
Después de eso, vamos a cenar. Todos están en la mesa. Allegria está pegada al brazo de mi hombre. Asiento a la sirvienta para saber si ha puesto en la bebida de Auracio el somnífero que le di más temprano.
Ella me hace un gesto afirmativo.
- Mi querido, ¿por qué tienes que pasar la noche con ella? ¡Sabes que tengo miedo de la oscuridad!
Él le acaricia la cabeza.
- Todo va a salir bien, deja la luz encendida, y sobre todo, piensa que muy pronto estare