CAMERON
Y esa mañana, después de unas pocas palabras y mucho revuelo… ella solo se fue.
Cuando salió del apartamento, como se suponía que estábamos peleados y yo no debía acompañarla ni mostrarme amistoso, solo pude subir al techo y recostarme en la media pared, desde donde vi el auto partir y resoplé.
Mientras el vehículo, de seguro conducido por Donovan, se alejaba, sentí que todo se me removía por dentro, que subía y bajaba con un halo doloroso, y suspiré.
Tenía que convertirme en un hombre de verdad para ella… debía hacer de este lugar un sitio en el que la mujer que amaba se sintiera y estuviera segura, y esa fue la razón por la que no puse pegas para que se fuera. Si a Gianna le pasaba lo mismo que a mi hermana yo…
Resoplé con fuerza y me removí el pelo, y mientras caminaba hacia las escaleras, escuché repicar mi celular, y al ver que se trataba de alguien conocido no dudé en contestar.
—Hola.
—Majestad, respecto al reporte…
Volteé a ver de nuevo al horizonte, donde el au