Por Macarena.
Abro los ojos y veo a Franco, sonriente, mirándome.
Me pasaron todas las imágenes en un segundo, él besándome los pechos y abajo ¡Qué vergüenza!
Me pongo colorada, mucho, se da cuenta lo que siento, se pega más a mí, sin dejar de mirarme.
-¡Buenos días, dormilona!
-Buenos días ¿Qué hora es?
-12 y 30 del mediodía.
-¿Mi celular en donde quedo? Le tengo que mandar un mensaje a mi mamá, para que no se preocupe.
Me incorporo de golpe y me veo desnuda, con Franco mirándome los pechos, e inmediatamente los acaricia, se me endurecen los pezones, reacciono así cada vez que lo siento.
-¿Mi celular?, Quiero mandarle un mensajito a mi mamá.
Digo casi abochornada.
-¿Ahora o después?
¿Después de qué? Pienso y me doy cuenta que tiene un bulto entre sus piernas, sí, lo miré, fue inconsciente, quería salir corriendo, por la vergüenza.
-Ahora, para que mi mamá no se preocupe, no suelo...pasar la noche afuera…
Me pasó mi celular, que estaba en la mesita de luz más lejana, le mando el mens