Capítulo 55— Sabor a libertad
Narrador
En el despacho de la mansión que habitaba junto a Sofía, Killian se mantenía en espera de su llegada mientras tomaba un buen whisky. Había decidido, tras recibir el informe y las pruebas de su infidelidad, poner fin a su matrimonio. Al llegar antes de la hora estimada, no la encontró, lo que despertó las sospechas de que se encontrara con su amante.
Llevando el vaso de líquido ambarino a sus labios, Killian tomó un sorbo antes de tomar su teléfono para llamar, y marcando al mismo hombre que recabó todas las pruebas, tras un par de minutos, este le confirmó que ciertamente Sofía estaba con otro hombre.
Sonriendo sin una pizca de gracia al ver que siempre fue un idiota, una marioneta en el juego de los Vael, Killian tomó un sorbo de licor, esta vez más grande, y dispuesto a esperarla para encararla, las horas pasaron.
Al sonar la puerta principal de la mansión, este le anunció la llegada de su esposa quien había pasado una tarde excitante junto a s