Capítulo 46—No sabes
Narrador
Ingresando en su oficina tras el vergonzoso momento en donde se encontró a King en el lobby del edificio, Eira caminó hasta su escritorio para dejar sus pertenencias, y la tarjeta sobre el mismo. Tenía algo de prisa, necesitaba trabajar mientras el reloj no dejaba de correr.
Tomando su lugar del otro lado, Eira encendió la computadora mientras hojeaba un par de papeles que su asistente había dejado unos minutos atrás, y viendo cómo detrás de ella entraba Iker, con la misma seguridad y confianza que lo caracterizaba, apretó sus labios al recordar lo sucedido con Rachel, pero sabiendo que ese no era su problema, calló.
— Buenos días. ¿Cómo amaneces?
Llegando hasta ella, Iker se quedó de pie frente a su escritorio y, sonriendo un poco tensa, Eira respondió:
— Muy bien, ¿y tú?
Respondiendo de la misma forma, Iker solo centró la mirada en ella, y notando desde su posición la tarjeta negra con dorado sobre el escritorio, preguntó movido por la curiosidad al not