Roy.
- “¿Se puede saber porque soy el último en enterarme de que vais a venir?, si hubiera tenido planificado un viaje de negoció, u otra cosa, ¿Qué hubiera pasado?”- le pregunté a mi padre, me arriesgaba a un problema de proporciones bíblicas que los reyes Miller vinieran a pasar las navidades a Londres, en mi mansión, hogar que ellos evidentemente siempre asumían como suyo, cuando viajaban para vernos a mi hermana y a mí. Sobre todo, mi problema se centraba porque Hanna vivía conmigo. La situación podía complicarse de bastante a muchísimo, ya que la Bruja de ojos cambiantes, no estiraría dispuesta a dar lo que mis padres no