Al instante, Tabitha se sintió opacada por la gorda, pues era muy obvio que el atuendo de Nicole era muy superior al de ella y al de todas las mujeres presentes, y las joyas que usaba, ¿eran diamantes reales?
— Tabitha… — Murmuró Mikaela a su lado, haciéndola reaccionar. — Esa… ¿Esa no es la exesposa de Walter?, ¿qué hace esa mujer aquí?
— Yo la invité, pero jamás creí que vendría… — Murmuró Tabitha con la mandíbula apretada.
— ¿Qué? — Mikaela abrió los ojos, impresionada. — ¿Qué tú la invitaste?, pero… ¿Por qué?
— Sabes cómo soy… — Tabitha le dirigió una mirada a Mikaela llena de consideración. — No me gusta llevar enemistades, por eso siempre he tratado de llevarme bien con Nicole…
— Eres demasiado buena, amiga… — Mikaela suspiró pesadamente, para luego volver a voltear hacia Nicole, con una mala cara. — Por eso siempre las personas como ella se aprovecharán de ti… Escúchame, ahora serás la nueva esposa de Walter Gibson, su representante y la madre de su hijo o hija, tienes que