Cap. 14: Culpa y remordimiento.
Cuando Ángelo llegó al hospital psiquiátrico, el humo aún flotaba en el aire, y el olor acre del incendio lo golpeó de inmediato, llenando sus pulmones y provocándole una punzada de inquietud en el pecho. Se quedó inmóvil por un segundo, observando el caos y la destrucción que el fuego había dejado a su paso. Una sensación de desesperación y arrepentimiento comenzó a invadirlo, como si un peso invisible oprimiera su pecho, haciéndolo consciente de algo oscuro, algo irremediable.
Sin esperar un segundo más, salió del auto y se dirigió corriendo hacia la entrada. Buscó entre el personal a alguien que pudiera darle información sobre Renata, pero todos parecían demasiado ocupados y desbordados por la emergencia. Se acercó a una enfermera, pero cuando intentó preguntarle por Renata, ella le lanzó una mirada evasiva y le respondió con frialdad.
—Lo siento, señor, no podemos dar informes en este momento.
Ángelo apretó los dientes, sintiendo cómo la frustración y la ansiedad comenzaban a apode